viernes, 25 de agosto de 2017

Como si fuera amor de verano.

Todos ésos que se ríen, con sus irónicos chascarrillos siempre dispuestos, todos ésos, qué sabrán. Qué sabrán del amor, tan ocupados como están con sus risotadas y sus grandes conocimientos de la vida. Su experiencia, dicen. Ya te lo digo yo: no saben nada, cero, nichts, niente. Rien de rien.
No conocen lo que es perder el alma en cada suspiro que das, no saben del calor infernal bajo mi piel cuando me rozas con tus dedos, ni del insondable placer de besar tu boca o de acariciar tu cuerpo de diosa. Ellos no han habitado el cielo que es tu mirada. Pobres ignorantes.
Y dicen “es un amor de verano”, como si “amor” y “verano” se negaran mutuamente, como si supieran más que nosotros, como si pudieran ver el futuro y asegurar que lo nuestro no es eterno, que la herida que me dejas al marcharte cerrará algún día.
Como si fuera el amor del verano pasado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario